Un nefrólogo estudia los riñones y trata cualquier enfermedad que los afecte.
Un urólogo puede tratar el caso de cálculos renales.
Pruebas como análisis de sangre, análisis de orina, tasa de filtración glomerular (TFG), ecografía, angiografía por resonancia magnética y biopsia renal.
Los síntomas típicos incluyen disminución de la producción de orina, retención de líquidos que causa hinchazón en las piernas, tobillos o pies, dificultad para respirar, fatiga, confusión, náuseas, debilidad y latidos cardíacos irregulares.
Los efectos secundarios pueden ser hemorragia o infección.